lunes, 20 de febrero de 2012

El elefante que aplasta a la paloma.




Esta imagen es para ilustrar un poco lo que puede ser una pareja realmente sufrida.
Yo crecí con cuentos de hadas, Disney, cosas que supuestamente nos hacen pensar que existe la pareja perfecta. Pero algo que tuvo igual o mayor influencia en mi fueron las pinturas y la historia de Frida Kahlo.
En esta foto, esta excepcional mujer está posando frente a uno de sus cuadros ("Unos cuantos piquetitos", sobre un hombre que mata a su mujer a puñaladas.
SIEMPRE puede ser peor), con la mirada perdida en algún rincón de su mente. Si, ya sé, alguien va a salir a decir "por que ese día estaba en blablabla pensando en blablabla". No me importa. Crecí mirando a esta mujer, sintiéndola cerca mío como si con cada pincelada me hablara al oído, y su historia trágica de amor no escapa a las más mundanas que escuchamos de la vecina.
Esta hermosa mujer, con todo su talento, con todo su intelecto, casada con un hombre cuyos genitales gobernaban su vida. "El elefante y la paloma", les decían. Ciertamente, el elefante aplastaba a la paloma sin el menor remordimiento, y la paloma siempre le abría sus alas de nuevo.
¿Por qué soportamos esas cosas? ¿Por qué, Frida, con todo tu talento, mantuviste la cabeza mirando al piso ante un hombre así? ¿Por entender su talento? Tu talento valía más. Tus principios marcaron los principios de muchas más. Yo veo tus cuadros y veo tu dolor, veo mi dolor, compartimos historia sin compartir nada; y sin embargo tenías adentro tuyo esa cosa destructiva que no es extraña a muchas personas.
Veo esa mirada y veo mi mirada cuando recuerdo algo lindo de mi última relación, del hombre/sombra que amé. Veo en esos ojos las memorias de las caricias que fueron, que nunca van a volver a ser; veo fuego y veo agua, veo lágrimas secas y brasas que nunca mueren. Veo el dolor y lo comparto, y ojalá mi dolor compartido mitigue el tuyo.
Veo esta foto y pienso "no estoy sola, nadie está solo en su dolor, alguien siempre lo va a entender y verse reflejado", y es un poco menos de peso encima de mis hombros. Gracias, Frida, por ser real.








Nadie está solo, las historias nunca están solas. Compartalas.





3 comentarios:

  1. Princess Consuela Bananahammock20 de febrero de 2012, 6:21 p.m.

    Los dolores se comparten, y siempre hay alguien en algún lugar que los entiende. Lo único bueno de la superpoblación que nos lleva a ser (creo que) 7 billones de personas es que nadie está solo.
    Vos no estás sola: siempre tenemos una red bajo nuestros pies que nos sostiene si caemos.
    Firma: un hilito de la red.
    PD: También sirve hacerse una maratón de Home&Healt para alegrarnos al darnos cuenta que podría ser peor: podrías tenes una madre que te obligue a participar de concursos de belleza y te ponga botox a los once años.

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  2. Que triste.
    Muchacha, si seguís pensando en que te devuelvan los últimos tres años y ese tipo de cosas, porque no te das una vuelta por acá:
    http://fabiofusaro.blogspot.com/2011/12/papa-noel.html
    Está bien, es autoayuda que pretende escribir recetas de cocina para las relaciones, así que es basura. Pero, es otro punto de vista.
    Que se yo

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    1. Muchacho, yo no quiero que me devuelvan esos tres años, los viví con amor y esperanza, y, como dice ese tipo del link, todo es experiencia, ahora tengo algo más en que apoyarme, gané skills, subí de nivel, ahora puedo ir a instances más complicadas.
      Gracias por el link, voy a ver qué otras cosas tiene para decir este señor.

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