Entre mate y mate, una de estas historias llega a mi. Un amigo de un amigo conoce una chica y establecen una relación de pareja. Pasan una cantidad de tiempo respetable juntos. Hasta ahora bien. Para el chico.
¿Dónde empieza lo malo de la historia? No sé. Quizás nadie sabe cuándo, pero estaba ahí. A la chica le gustaba el pan, la torta, el vino y la sandía, todos juntos para ella. Pero como sabemos, la que mucho pene abarca, poco novio sostiene.
Cuestión es, el chico la ve con otro, y, quizás en un afán de compañerismo, quizás queriendo hacer una presentación karmática, le dice al muchacho: "Quedatela, no me importa, pero tené en cuenta que lo que me hizo a mi te lo va a hacer a vos también".
Dicho y hecho. Años más tarde, mi amigo se encuentra al tercero en discordia en la calle, que confirma la predicción del protagonista original. Y más jugoso aún. La chica lo deja por otro... y a las dos semanas el nuevo ex se entera que está embarazada.
A veces uno quiere creer en la otra persona. Yo quise creer en todas las promesas, pero ¿saben qué? Las palabras las dice cualquiera. Lo que vale son las acciones, y hay que fijarse mucho en ellas. Si alguien te demuestra con acciones que no vale tu esfuerzo, quedarse es un accidente a la espera.
Cuando te mienten de todos lados, ya es otra cosa, algo que lleva más tiempo para desarrollar y que por supuesto lo vamos a hacer.
Si tienen algo que contar, cuenten, por más viejo y masticado que esté todas tenemos ese pedacito que dice "ese hijo de puta..."
Me gustó eso del "accidente a la espera", del quilombo latente. A menudo las cosas parecen obvias cuando terminaron. "Y claro", pensamos cuando el policía descubre al asesino al final de la peli. El yeite es descubrirlo antes. A veces podemos, a veces no. Y otras veces lo descubrimos, pero tenemos el morbo suficiente como para hacer de cuenta que no y dejar que algún día el quilombo nos estalle en la cara. Debe ser por lo mismo que hacemos globos con los chicles.
ResponderBorrarMejor explicado imposible. La gente te dice "yo sabía que era una persona jodida y te iba a hacer mal", pero no te lo dicen nada por que te encanta el chicle, así que no llores cuando después no te lo podés despegar de la cara.
BorrarGracias por la participación, esto va a ser otro post dentro de poco :)
"Todos los Budas sufrieron desamores", es más sin eso no hubieran sido Budas. Lo que quiero decir es que una experiencia como la que relatás te tiene que dar mucho para aprender, y lo interesante es ver por qué uno se mete en semejante lío, buscando qué. Que tan fascinante tiene esta piba...
ResponderBorrarAl margen, me gusta como escribís.
Gracias, gracias, me alegra mucho tu comentario :)
BorrarTenés razón, uno aprende de esas cosas, y los kilos de Buda no son por bolas de fraile jaja.
Me gusta contar mis historias, contar las de otros que me las prestan y desarrollar ideas. Todos tenemos algo para decir.
Empecé a leer tu blog hace unas dos entradas si no me equívoco. Simplemente no podía aguantar las ganas de comentarte. Lo que escribís es brillante y por arte del karma, del Buda, de "ese hijo de puta", o de quien sea, lo leí en el momento más justo y "accidental a la espera de mi vida"
ResponderBorrarSos grosa, sabelo!
Besos y Novia Patológica para rato.
Ambar
¡Muchas gracias! Acabo de leer tu última entrada y dije "carajo, pensamos todas lo mismo", todavía no vi a mi ex y ya estoy por comprarme una botella de vodka para pasar el mal trago que sería. Me gusta mucho cómo escribís, se ve que somos hermanas en armas. ¡Por más blogs como estos! :)
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