Batarang.

Un día estás saliendo de tu posición fetal habitual después de la separación, cuando de repente te ves atacado por la espalda por un objeto contundente que viaja a gran velocidad.
Dicho objeto puede tener distintas formas: mail, mensaje de texto, carta o llamado telefónico (para los más osados). Esto es lo que llamamos "boomerang". ¿Quién es el sujeto, dueño del brazo propulsor? Un ex, por supuesto. El motivo: contraataque.
Dependiendo de la fragilidad del momento en que se encuentra uno, este boomerang puede ser un arma mortal, y esta es información que nuestro predador posee de antemano.

Cada uno se para frente a esta situación empujado por la fuerza del órgano a elección, o por orden de llegada. Personalmente, las segundas partes no me gustan, no las aceptaría bajo ninguna circunstancia; nada me asegura de que se trate de "El Imperio Contraataca" en vez de "Scream II"¡Y "Scream I" ya era bastante mala! ¿Por qué querría ver la II?
Si el primer plato te cayó mal, el segundo te manda a urgencias, no hay que presionar a la suerte.
¿Por qué piensan que tienen una oportunidad después de la primer mugrosa actuación? Es fascinante, debería haber más científicos trabajando en eso. ¡Larguen YA el desacelerador de partículas, tenemos un misterio mayor a la espera!
Si no les quedó en claro, mi respuesta es la siguiente: NO. Ni por todas las primeras ediciones del mundo. Ni por la Biblia de Gutenberg. Ni por la piedra filosofal.
No me importa si tenés el boomerang mágico de Link, o el batarang, prefiero esperar sentada a la persona honesta que se siente conmigo en el sillón a oscuras a mirar Star Wars, cerveza en mano, la otra entrelazada con la mía, que volver a caminar por ese pantano que llamaste relación. ¡METETE TU BOOMERANG EN TU BATICULO!




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