lunes, 5 de marzo de 2012

De puertas y cucharas (es mi primera vez, sé gentil)

Este mundo es una olla llena hasta el tope de todo tipo de vegetales, carnes y lo que sea que le quieran agregar a esta sopa, todos diferentes unos de otros e importantes de una forma que solo uno puede ser.
En esa olla está flotando la gente a la que quiero dedicar el post hoy: la gente que todavía cree que las primeras veces son especiales.
No hablo puntualmente de sexo, hablo de las primeras veces en todo, sea el primer beso, el primer día que se vieron, y finalmente si, la primera vez que dejamos que metan la cuchara en la sopa.
Esas son las buenas primeras veces, pero todas las monedas tienen dos caras.
Los primeros días después del divorcio estuve repitiendo como un mantra maligno después de cada acción "esta es la primera vez que hago esto sin el", provocando un escape masivo de neuronas la vez que dije "es la primera vez que como ravioles sin el. Y mirá, son los que le gustan". Ahí fue la gota que rebalsó el vaso. No se puede estar contando la primera vez que abrimos una puerta sin el otro como un echo importante en nuestras vidas; ni siquiera era la primera vez que abría esa puerta, y probablemente ofendí a la puerta por que no me acuerdo cuándo fue la primera vez que la abrí. Ahí tenés, estás ofendiendo objetos antropomorfizados, eso es un nuevo fondo.
Entonces dejé de fijarme en esas cosas. O por lo menos dejé de hacerlo desde esa perspectiva. Hay que verlo de esta manera: "Es la primera vez que abro esta puerta sin el ¡Y lo hice re bien!".
Es verdad lo que dicen: cuando una puerta se cierra, mil más se abren. Hay todo tipo de posibilidades nuevas en el camino, emocionantes, maravillosas, tantas puertas y ventanas por abrir y sopas que tomar y cucharas que agarrar ¡Y nadie nos puede parar!
¿Qué importa esa puerta fea y mohosa? ¡Miren esas puertas victorianas tan lindas y con pintura fresca, que ruegan por ser abiertas!
Y todas esas puertas tienen que ser abiertas por uno mismo, para uno mismo, y el que quiera sumarse en el camino será bienvenido. ¡Hora de ser el cerrajero de su propia vida!



A veces me salteo algún día, pero es que hay tantas puertas y tengo tantas ganas... Esta es una puerta sumamente importante, pueden deslizar su mensaje cuando quieran, les aseguro que los estoy leyendo.


2 comentarios:

  1. Jajajajja, muy bueno!!!
    El contenido es bueno, seremos gentiles =)
    Abrazo!
    Emanuel.

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    1. ¡Gracias Emanuel! Seguí sintonizando con delicadeza jaja.

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