De lijas y cartas.

Algunas personas parecen sentirse atraídas biológica e inevitablemente hacia el menos apto y más problemático de la especie, ese que no cubre sus propios rastros esperando que el depredador lo encuentre. Gente que pide ser mordida.
Hace unos años, esta chica salía con un muchacho cuyo historial romántico lo canonizaba (o al menos el lo contaba así). La chica, aún teniendo todas las razones para hacerlo, no pensaba que el santo anduviera repartiendo su número de teléfono en la puerta del loquero, sino que pensaba "¡Pobre víctima, le tocaron las peores cartas del mazo!".
Ella se sentía el comodín, y todo es tierno y hermoso hasta que, por alguna razón, San Sufrido encuentra en la billetera de Doña Comodín una credencial de admisión al pabellón psiquiátrico de cierto hospital. Ahora, dicha credencial era para una visita única a modo de entrevista con el psicólogo, y al ser hospital público tenerla era parte del protocolo, lo cual no significa que esta fémina se haya ido de vacaciones a un hotel con paredes acolchonadas.
Hay actitudes que delatan, y la de este pobre santo fue imposible de disimular. Aún sin ser un experto, se podía leer en la cara sus pensamientos al encontrar el infame pedazo de papel: "Me saqué la lotería. Me quedé encerrado solo en una dulcería. Me gané un dragón en una rifa y tengo la ganza de los huevos de oro". Todos esos pensamientos se disolvieron en un charco de brea cuando escuchó la explicación simple y libre de dramas.
Y ahí las cartas volvieron al mazo, y adiós, aparente primer relación de tu vida con una mujer sana.
¿Por qué? Por que hay gente que si no está las veinticuatro horas del día al borde del precipicio, no puede ser felíz, o lo que piensan que es "ser felíz". Tienen que armar un castillo con cartas mojadas en el medio de un huracán por que sino se aburren.
¿Querés emoción? Comprate un jenga y no rompas las pelotas. Anotate en un curso de corte y confección y no uses dedal, o comprate una lija y pasátela por el escroto, no tengo ni el tiempo ni el alma para inventar problemas y mantenerte entretenido.






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