viernes, 27 de abril de 2012

La naturaleza provee, Pasteur esteriliza.




Eventualmente, después de ahogarnos noche tras noche con grasas, alcohol y películas románticas clase Z, decidimos asearnos y volver al mercado de carnes a ver qué tanto cambió la humanidad en todo ese tiempo que tuvimos el anillo único cegándonos.
Aquí empieza un nuevo problema que aqueja desde tiempos inmemoriales a la novia patológica: el descarte del menos indicado.
En general, los predadores estos (de ahora en más "el Machus Alzadus") hacen despliegue de sus mejores aspectos ante la hembra que quieren cortejar (léase "llevar a un hotel alojamiento").
Ésta debe poner su filtro natural para decodificar las señales enviadas por dicho espécimen, con el fin de establecer si éste quiere armar un nido para asentarse y reproducirse o simplemente calmar las hormonas de temporada, y si dicho acto vale la pena.
El problema en realidad es que muchas de las novias patológicas carecen de dicha función, por lo tanto tienden a confundir las señales y desperdiciar toda una temporada armando nidos en árboles equivocados.
Es aquí cuando uno desearía poder pasteurizar a los candidatos. Si Walt Disney le hubiera hecho un espacio en el freezer a Louis Pasteur, quizás éste podría ser revivido en un futuro cercano para extender su excelente trabajo con la esterilización parcial de los alimentos hacia la esterilización parcial de los Machus Alzadus. No vamos a tirar la gran "son todos iguales" por que no es así; antes de pasteurizarlos vamos a hacer una debida clasificación dentro de la especie: no metamos a todos en la misma bolsa, los que están completamente contaminados pueden arruinar la cosecha entera. Esos van directo a la picadora de carne de The Wall.
Claro, sería ideal poder empujarlos adentro de la máquina pasteurizadora y que salgan con la menor cantidad de agentes patógenos posible para que no nos enfermen. Es la fantasía de toda novia patológica carente de filtro protector: una solución mágica. Pero la realidad es que si no se puede, una tiene que hacer uso de todas sus facultades mentales para destapar al Machus Alzadus. Pero si el alcohol se cruza en el camino de nuestros sentidos, al menos no gastemos energía juntando ramitas para nido, mejor usemos esa energía para darle manija a la picadora de carne. El nido se vuela, las empanadas son para siempre.



Hace frío, si tienen ramitas mejor prendan un fuego. Con ese fuego pueden mandarme señales de humo, o bien pueden dejar su comentario o contactarme vía mail, como ya saben. Buen fin de semana para todos.


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