miércoles, 4 de abril de 2012

Elige tu propia desventura.

Cosas malas e injustas pasan todos los días sin razón y no podemos controlarlas. Lo único que podemos hacer al respecto es aceptarlas, llorar y seguir adelante. O convertirse en un científico malvado, construir un rayo laser gigante y destruir todo a nuestro alrededor, pero digamos la verdad, con nuestra economía eso dejó de ser una posibilidad hace bastante tiempo.
Pero (siempre hay un pero, no les voy a dejar pasar una) hay cosas malas que sí podemos evitar que pasen, y sin embargo no lo hacemos.
Nos dejamos seducir por el riesgo y elegimos las peores opciones que nos ofrece nuestra vida a modo de "Elige Tu Propia Aventura", las que nos llevan indefectiblemente al muere, y después tenemos la desfachatez de gritarles a los personajes de películas de terror que son unos idiotas por correr al bosque donde es más que seguro que van a ser destripados (igual nuestra hipocresía no los hace menos idiotas).
Todo empieza bien en nuestro libro de aventuras; pasamos un par de páginas y nos involucramos con la historia, hasta que llega el momento en que nos sacan las ruedas de apoyo y tenemos que empezar a tomar decisiones.
Si elegimos bien, podemos salvar la situación y llegar al final sanos y salvos; la historia terminaría con un total de cuatro páginas, pero ¡Hey, estamos vivos!. Si en cambio elegimos mal, nos vemos involucrados en una aventura tapizada con desventuras que eventualmente nos llevan a la boca del lobo (o en este caso, al balde de helado).
"Si usted quiere cortar esta relación después de ver la inaccesibilidad emocional del sujeto en cuestión, pase a la página 4. Si usted quiere arriesgarse y pasar los próximos tres años de su vida sufriendo y organizando un casamiento que no va a suceder, pase a la página 1095".
Desde esa decisión en adelante estamos solos para soportar lo que venga, sean delincuentes, sectas, aliens, dinosaurios y zorras con serruchos que apuntan al sector donde estamos parados. Desgraciadamente, en nuestro libro no hay vuelta atrás. Podemos repasar las hojas anteriores o fijarnos qué hubiera pasado si elegíamos otra acción, pero el daño ya está hecho.
¿Qué se puede hacer ahora? Aceptarlo, llorar, seguir adelante y quizás cambiar el género literario. O al menos la editorial.








Se que los posts están siendo cada vez más espaciados. Piensen que los rayos laser no se construyen solos. Gracias por visitar, deje su mensaje y quizás se los preste.



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