Pasaron los meses y llegamos otra vez a ese punto del año en que la
gente hace un sopesaje de todas las experiencias vividas en los últimos 365
días. Tarea bastante chota, diría yo. ¿Cómo vamos a balancear esa cantidad de
días? ¿Cómo dictaminamos con tanta ligereza si esa masa de horas fue un éxito o
un fracaso? A ver, por ejemplo:
-Recibir cajas de chocolates de distintos hombres: éxito.
-Engordar cinco kilos: fracaso.
-Comprar un hermoso pantalón a buen precio: éxito.
-No entrar en el pantalón recientemente comprado: fracaso.
-Encontrar $50 en el pantalón dos talles más chico: éxito.
Demasiados matices como para comparar, ¿no?