miércoles, 25 de septiembre de 2013

Empatizar Rehumanizar

Esto va a ser un poco largo y solo toca el tema amoroso en menor medida, pero el tema humano al 100%, así que les pido paciencia, atención, y muchas gracias por quedarse.

Hace tiempo ya que me está sucediendo algo adentro y necesito sacarlo de mi, sacarlo al mundo y hacerlo llegar a la mayor cantidad de gente posible, así que, si son tan amables, si están de acuerdo con lo que paso a relatar, después de leerlo e interiorizarlo, les pido que lo pasen a su vez a los que ustedes crean necesario.
Hubo dos hechos esta semana, a 24 horas de distancia uno del otro, que rebalsaron el vaso de mi alma. Pueden parecer irrelevantes (y justamente ese es el problema), pero piensen que el más mínimo grano de arena forma parte de la playa. El primer hecho sucedió el día de ayer (24 de Septiembre del año 2013, Buenos Aires, Argentina, La Tierra), en un simple transporte público con alrededor de 15 personas adentro.
Un hombre con dificultades auditivas sube y entrega a cada uno de los pasajeros un calendario, junto con un papel que explicaba su problema y su necesidad. Instintivamente saqué una moneda de mi bolsillo y, cuando llegó a mi asiento, le hice entrega de dicha expresión de valor junto dicho calendario y papel. El hombre me sonríe. Me sonríe sinceramente y me insiste (pese a mi "no, está bien") que me quede con el calendario que rezaba "No existe ninguna razón para que yo no pueda amarte". Mi corazón se parte, parte 1.
El segundo hecho sucedió en el día de hoy, hace meras horas. Fui al supermercado chino a comprar comida, y lo encuentro lleno. No representa un problema, así que, con mis tres productos en mano, espero mi turno en la fila. Llego a la caja, saludo a la chica y le pregunto cómo está. Esto la tomó claramente desapercibida, y no supo contestar. Al momento de irme, la miro y le digo "muchas gracias". Me devuelve la mirada, profunda mirada, y me sonríe con dulzura. Mi corazón se parte, parte 2.
¿Por qué se parte mi corazón? Por que estas dos personas me estaban mirando directo al alma y agradeciéndome en silencio que los haya reconocido, que me haya tomado el tiempo de reconocerlos como los seres humanos que son, pidiendo ayuda, poniendo algo de ellos en sus acciones. Eso me maravilló y me llenó de amor, y al mismo tiempo me causó profundo enojo. ¿Por qué? Por que hemos llegado a un punto de individualismo en el que no podemos (o NO QUEREMOS) ver más allá de nuestro propio horizonte. Somos autómatas que viven en su propia piel, y los de afuera no son más que unidades, unidades que nos sirven o no nos sirven. Entonces, si el servicio proveído por el hombre sordo en el colectivo no nos sirve, no lo miramos, y nos limitamos a estirar el brazo y dejar que nos retire de la mano su producto; nos limitamos a intercambiar dinero con la chica de la caja, sin mirarla, total es su trabajo ¿no? Cruzó el océano para embolsar nuestras latas ¿o no? ¿No? No.
Estas "unidades" son personas; aunque no lo crean, les corre sangre por las venas, aman y odian, y se angustian y se ríen, y sonríen. Esas sonrisas me lastimaron por que me di cuenta de que la humanidad está perdiendo lo humano. Si Godzilla hubiese agarrado y sacudido ese colectivo, nadie se habría dado cuenta; todos estaban demasiado ocupados en mirar y teclear sobre una pantalla llena de un sinfín de cosas muertas, mientras ignoraban a la cosa viva que tenían al lado y les pedía su atención, solo unos segundos de su atención, una mirada. Hasta Godzilla se habría sentido mal (no por nada Godzilla quiere destruir Tokyo - soy pro-Godzilla).
Si a la joven asiática del supermercado se le trababa la caja (de nuevo, una cosa muerta), los autómatas de la fila no hubiesen desperdiciado un solo segundo antes de empezar a quejarse del servicio, de la tardanza, de los precios, y "¿por-qué-YO-tengo-que-esperar?". Utilidad de la unidad reducida a cero; entramos en modo queja y destrucción.
Nos sentimos solos en un colectivo lleno, solos en una ciudad repleta de más gente que se siente igual que uno, pero nos engañamos y distraemos con artefactos (o incluso sexo) que indefectiblemente nos hacen sentir peor si no los tenemos. Nos desesperamos por un placebo contra la soledad, cuando tenemos el remedio enfrente, al alcance de nuestras manos. ¿Por qué lo sentimos tan lejos entonces? Por esto mismo que decía antes: las cosas nos sirven o no nos sirven, y la gente se transformó en cosas. Por eso muchas relaciones terminan mal, por la completa falta de empatía que nos lleva a hacer estupideces como engañar a la pareja o decir cosas horrendas como "no te quiero más, andate" de la nada, sin tener en cuenta los sentimientos del otro.
Antes de comenzar una breve carrera de catador de escopetas, Kurt Cobain escribió "paz, amor, empatía", y lo dejó en el mundo para todos. Son ideales que todos pedimos pero no sabemos dar. La sociedad de consumo que tanto amamos nos enseña que tenemos que recibir, y quizás luego, si estamos inspirados, damos. No. NO. DAR y LUEGO recibir. ¿Cómo se nos ocurre esperar que nos den cosas si nosotros no ponemos nada? Sobre todo por que no las pedimos, pero tampoco queremos dar cuando nos piden. Tiene que estar implícito ¿no? No. Otra vez, no.
Nos sentimos tan solos y obramos tan mal. Nos aferramos al vacío para no sentir (y las Novias Patológicas sabemos lo que es aferrarnos a la nada), para no sentirnos a nosotros mismos. No nos damos el valor que corresponde, y sobrevaloramos cosas que jamás podrían darnos amor, entendimiento, compañía... Empatía. Tenemos que mirarnos, todos, a los ojos, y esa simple conexión ya es amor, es dar, es recibir. Recibir al otro es dar.
Finalizo con las palabras antes dichas: paz, amor, empatía. EMPATÍA. Como dice el calendario que hoy llevo conmigo, a todas partes: no existe ninguna razón para que no podamos amarnos.


Se recibe todo tipo de conexión humana, como siempre. Gracias por leer hasta el final, por entender, por ser.

5 comentarios:

  1. Concuerdo a más no poder., hoy justamente estaba pensando en lo que estás relatando acá, mientras escuchaba una canción que hacía años que no escuchaba : Praying for Time de George Michael, y justo cuando la letra decía "And it's hard to love, there's so much to hate, hanging on to hope, when there is no hope to speak of "pensaba en tanto egoísmo e individualismo que hay sin pensar que no sólo uno es humano y siente, sinó también el prójimo....

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me alegra ver que hay más gente que se da cuenta de eso y obra distinto, me alegra muchísimo :)
      GRAN tipo George Michael, ¡temazo! Ahora me pongo a escucharlo, la letra me re tocó.
      Gracias por leer hasta el final, sé que es largo y pensé "uy capáz da mucha paja", pero creo que la gente a la que le da paja es la que más necesita leerlo (y por tu respuesta sé que a vos no te dio esa paja) :)

      Borrar
  2. Princess Consuela BanannaHammock25 de septiembre de 2013, 10:22 p.m.

    Al respecto del tema del post, conversamos hace unas horas... y comparto en parte. De todas maneras insisto en que hay un montón de otra gente ahí fuera pensando lo mismo que usted, NoviaPatológica, y que esa es la fracción de humanidad que vale la pena.
    Igual se me fue todo lo que tenía en mente a la mierda cuando leí "Antes de comenzar una breve carrera de catador de escopetas" y escupí el té.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Por suerte existe esa gente (y sé que sos una de ellas) :)
      Siempre apunto a hacerte escupir el té. Me voy a esconder en un arbusto en tu casa y cuando te vea tomando algún líquido voy a dar un vuvuzelaso.

      Borrar
  3. Me hubiera gustado que me miraras así el día que cumpliste tus 15 años.Te acordás?..Tu tía Aly

    ResponderBorrar