viernes, 11 de mayo de 2012

Superalo, amigo.

Hace unos días, mientras fantaseaba que no tenía que estudiar para los exámenes que se acercan (corriendo, con hachas), me crucé en un foro con una pregunta interesante. He aquí dicha pregunta:


"¿Cómo se sabe cuando superaste a alguien? Suena idiota, en mi mente siento que lo acepté, pero a veces pienso mucho en esto. Me pregunto si es por que me siento solo o si realmente extraño a la persona... O quizás ninguna y solamente extraño lo bueno de la experiencia. Me perturba por que siento que no voy a volver a experimentar algo así de bueno."



Creo que soy libre de decir que esta persona habló por todos nosotros y me gustaría darle una palmada de comprensión en la espalda. Si bien llevo años de vivir telenovelas baratas, enredarme con personajes sombríos, personajes ridículos, extras que nadie nota en el set, hoy en día me encuentro siendo una persona de respuestas claras, concisas y básicas.
Mi respuesta a este compañero en armas sería entonces la siguiente:
Sabés que superaste a alguien cuando lo superaste. Sabés que ya no estás sosteniendo una conexión amorosa no recíproca con esa persona cuando no te importa si está comiendo bien, si le duele algo, si es un cero a la izquierda o se acuesta todas las noches con un diez, o si se ganó la lotería y ya no necesita descongelar el freezer con un punzón. Sabés que ya no figura en tu lista de prioridades cuando tiraste a la basura ese bolígrafo que mordisqueó aquella vez que te acompañó a hacer trámites, por que no podés diferenciarlo del resto de los bolígrafos inútiles del lapicero. Sabés que ya no hay manera de que esa persona forme parte de tu vida cuando pasó un día en que no te acordaste de maldecir su existencia y desearle las mil y un desgracias que se merece, por que lo superaste.
O también, como es mi caso personal, sabés que superaste a alguien cuando estás más emocionada por una película que se estrena el año que viene que lo que estabas el año pasado por casarte.
Pero esta persona tenía otra pregunta adjuntada a la primera, la gran pregunta de lo que va a venir después. Por supuesto que no va a llegar algo así de bueno, va a llegar algo mejor. Las experiencias que ayer nos parecían insuperables en su genialidad, hoy son ridículos recuerdos y mañana serán juegos de niños, cuando la experiencia más grande de todas llegue para quedarse. Cuando eso pase, vamos a darnos cuenta de que no va a volver a hacer falta tener que superar nada, y cuando el desfile de caras conocidas pase frente a nuestros ojos, todo lo que vamos a decir es "¿Ese quién era?".




Nuevamente, lamento no poder tener más tiempo para escribir la interminable cantidad de idioteces que tengo en la cabeza. Pero no me superen, por que siempre voy a volver. Se agradece la visita y las ideas compartidas.

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