jueves, 13 de febrero de 2014

Mi Cacaótico San Valentín

Se acerca ese momento anual tan terrible, ese evento que viene tan pegado a las fiestas que uno no entiende por qué, ¿POR QUÉ, SI EMPEZAMOS TAN BIEN, YA LA ESTAMOS CAGANDO? Si, ustedes saben de qué día estamos hablando: aquel terrible día en que Galileo Galilei llegó a Roma para su juicio ante la Inquisición, el 13 de Febrero de 1633. EL HOMBRE ESTABA DICIENDO LA VERDAD, POR EL AMOR DE DIOS, LA TIERRA GIRA ALREDEDOR DEL SOL.
Ok, volviendo a lo habitual: una vez más estamos a un pelo de rana calva del día de San Valentín y eso significa un montón de gente quejándose, otro montón comprando porquerías que tira al otro día, y una importante escasez de chocolate que preocupa a todo triste soltero que solo quiere quedarse en casa mirando “Simplemente No Te Quiere” (por suerte la película no me va a faltar, ya la tengo alquilada).
¿Pero qué tal si lo miramos desde otro ángulo? ¿Qué tal si, en vez de la conmiseración, la monetización o la depresión aplicamos otros puntos de vista más positivos? Por ejemplo, distintos escenarios de apreciación de nuestro fiel amigo cacao… ¿Cacaoso? ¿Cacaítico? ¿Cacaótico? En fin, el Señor Don Chocolate:
-ACEPTACIÓN: El capitalismo instaló hace mucho tiempo esta festividad, igual que Navidad, y nadie se queja de la ensalada rusa. Festejarlo o quejarse no van a cambiar nada, pero el chocolate no tiene la culpa.
-AUTO-SATISFACCIÓN: Al menos sé que soy una persona normal y en uso de mis facultades. No como esas japonesitas que hacen chocolate con su pelo, saliva y/o sangre menstrual para que los chicos le “devuelvan” su amor. Pero claro que se lo van a devolver, en forma de vómito.
-COMPRENSIÓN: Es normal que todos estos enamorados quieran festejar. Que sean felices, yo soy igualmente feliz con mi película, mi chocolate y el wifi desprotegido del vecino que me permite acechar las cuentas de Facebook de mis ex. Digo, estudiar. Chocolate. Comer chocolate.
-SUPERACIÓN: Hay una cierta cantidad de tiempo en que una persona puede contemplar internetísticamente la fabulosa vida de Luisana Lopilato antes de que el fanatismo farandulero se convierta en auto-flagelo. Hora de sacarse el jogging con manchas de comida, ponerse un jogging limpio y sentirse linda y suertuda por haber nacido en una época en la que se puede encontrar chocolate en menos de 100 pasos, a módico precio y versátil composición.
-SOBREDOSIS: … Chocolate… Tanto… Tanto… Choco… Late…
-REHABILITACIÓN: Bueno, después de vomitar (hola Patada Al Hígado, mi vieja amiga) todo esa ingesta masiva de chocolate, estoy lista y limpia en este hermoso y soleado 15 de Febrero. El Señor Chocolate y yo tendremos que tomar caminos separados por un buen tiem… Oh, ¿qué es eso que está debajo de mi sillón? Hola, brillante envoltorio mágico, supongo que el hígado tendrá que seguir pateando su descontento unos días más.


Que pasen este día como más les guste pasarlo, gracias por pasar por mi palacio de la neurosis llamado blog, les invitaría unos chocolates pero... Bueno, ya no existen. ¡Salud!

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