Pese a los instintos innatos, una novia patológica puede acostumbrarse, y realmente disfrutar, la soltería. Por primera vez vivimos solo para nosotras y nadie está colgado de nuestras espaldas cual maestro Yoda en entrenamiento Jedi, susurrando inseguridades a nuestros oídos con cada paso. Nos levantamos, nos paramos frente al espejo para lavarnos los dientes y adorarnos (por que lo merecemos y lo sabemos), nos guiñamos un ojo y salimos a la vida al ritmo de una canción de acordes positivos. Todo parece ir bien ¿Cómo puede ir mal algo, si el sol brilla para mi y los albañiles me aman? Llegamos al trabajo con una sonrisa en la cara, nos acomodamos en nuestros escritorios con una infusión caliente en mano, listos para un nuevo y prometedor día cuyo protagonista principal es uno y nada más que uno mismo.
No es un día para silencios, es un día para música linda que nos haga sentir bien. Entonces, la mano libre estira un dedo y da vida a la radio. Entonces, la traición.
Justo en ese mismísimo día, en ese preciso condenado momento en que la falange le hizo caso a la orden que envió el cerebro endorfinado, tenía que empezar esa melodía que nos recuerda las cosas que no queríamos recordar. La canción del primer beso, la canción de la declaración de amor, la canción de la primer sacudida de cama. La estúpida canción que una vez nos endulzó los oídos y hoy nos hace rechinar los dientes. Y, como cuando llueve tiene que diluviar, todas las canciones que le siguen se ven infectadas por el virus de la nostalgia. ¿Qué estará haciendo? ¿Seguirá escuchando esta canción y pensando en mi? ¿Seguirá usando los calzoncillos rotos que le regalé? ¿Seguirá tapándose el inodoro cada vez que evacúa? ¿Sigue mi tupper en el freezer con la salsa que hizo mi mamá, echada a perder después de medio año de abandono en frío?
¿Por qué me traiciona la radio? Cambien de estación, dirán algunos. Demasiado tarde, pues todas las canciones ahora están arruinadas y uno entró en el círculo vicioso de las preguntas. ¿Qué hago? ¿Salgo a pavonearme por la obra en construcción para subir mi autoestima? ¿Digo que estoy enfermo y me voy a casa, pero en realidad le voy a rayar todo el auto y comer como si fuera a hibernar? ¿Tengo el número de teléfono escrito en algún lugar o se fue todo a las brazas? ¿Todavía está ese pedazo de queso en el fondo de la heladera?
Para salir de ese difícil y adictivo círculo vicioso solo se necesita una palabra, dos gloriosas letras que hay que respetar como si fueran la palabra de algún dios que mejor les venga: NO. Digan que NO. NO a todas esas preguntas, NO a los recuerdos que en ese momento son intolerables y NO pensar en el presente de otros que NO sean uno mismo. NO a rayar autos, decir mentiras y comer cosas en estado de evidente descomposición.
No está mal tener recuerdos. Un día van a ser tolerables, quizás graciosos y definitivamente didácticos. Pero hoy NO, hoy NO son buenos, NO son bien recibidos, NO los queremos. Luego, apliquen una cuantiosa dosis de otra fantástica palabra con la misma cantidad de letras: SI. Hoy es SI a mi, SI a lo que quiero hacer con mi vida, SI a mis deseos de seguir adelante, SI a todas las cosas que me gustan, SI a los alimentos no perecederos. Buscamos un espejo, nos decimos que SI; SI, somos hermosos; SI, somos irresistibles; SI, que me queda linda la ropa que me elegí. Mi SI trae vida, vale oro. Te dejo tus NO, para que los guardes donde les corresponde: en tu A-NO.
Como siempre, le digo SI a los comentarios, historias y cualquier cosa que se quiera compartir. SI a todos ustedes, SI a la catarsis, SI a todo lo lindo.
Por supuesto que hoy hay cosas (recuerdos) que molestan. Es normal. No te preocupes, que mañana lo que es una canción que te recuerda algo va a pasar a ser solo una canción y punto. Lo mismo con los lugares, los objetos, etc. Y me parece perfecto que te concentres en un hoy súper positivo. Muy admirable =) Te adoro (L)
ResponderBorrarEn pos de la positividad, me pongo napoleónica y tomo posesión nuevamente de todas las canciones que me pertenecen, no le voy a dejar nada a los malos recuerdos. Dije muchas veces "pos" jaja. Yo te adoro a ti <3
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