lunes, 27 de agosto de 2012

De dados y chismes.




Se dice por ahí que de los cuernos y de la muerte nadie se salva. Teniendo esto su cuota de verdad, habiendo visto y crecido mi propia cornamenta, quisiera agregarle un nuevo factor: de los cuernos, la muerte y los chismes baratos nadie se salva. Forman parte del selecto grupo de cosas inevitables de la vida, pero diferenciándose de aquellas naturales en su propio sub-grupo de mal innecesario.
Cuando uno se reinserta en el juego de las relaciones humanas, el principio es (en la mayoría de los casos) una excitante aventura para el personaje, que parece estar bombeando endorfinas con cada bocanada de aire que inhala. Todo es fácil y maravilloso; emprendemos viaje con el sol brillando sobre nuestras cabezas, las flores cantan dulces melodías y los obstáculos son tan fáciles de vencer que lo hacemos con los ojos cerrados y una espada de gelatina.

lunes, 6 de agosto de 2012

Parecía tan normal.

Hay un momento en la vida de cada pareja en que una de las partes, la otra o las dos dicen "estoy saliendo con un anormal". A veces esta espabilación puede llevar tanto a la ruptura sana y cada roto con su descocido, o a la aceptación en nombre del amor.
Los cínicos dicen que el amor no existe; los positivos dicen que no hay que rendirse por que tarde o temprano va a llegar; las novias patológicas lo vemos en cada esquina, como un aviso esperando que alguien arranque el número de teléfono y llame pidiendo información. La ciencia dice que el enamoramiento es un estado biológico impulsado por ciertos químicos con fecha de vencimiento, que puede durar tanto meses como años, lo cual nos da tiempo suficiente para encontrar el hilo suelto que va a deshacer todo el sweater del amor.