La fantasía es una parte importante en el proceso de ruptura. "¿Cómo es esto, señorita sabelotodo?" me dirán. Paso a desarrollar: Hemos hablado de las distintas etapas de la ruptura. Negación, enojo, dolor, negación, bebida, negación, comida, más negación y en algún punto se nos acaban todas las energías para pelear lo impeleable y nos rendimos ante la aceptación. Pero como ya vimos, la negación parece ser eterna. Y en algún punto de esa espiral de oposición a la realidad, nos volcamos en la interesante y extrañamente satisfactoria acción de fantasear. No digo que sea el camino a tomar, pero es uno en el que todos nos desviamos en algún momento (y unos cuantos volvimos con souvenires, como la enfermedad mental o un blog).